Una vez mas, coincidiendo con la salida de los txikis, nos toca lluvia. es como una maldición o una penitencia que nos persigue durante todo el año.
A nuestra llegada a la cueva, los enanos están impacientes por descubir lo que hay dentro, y con alguna linterna que llevamos nosotros y alguna otra que nos dejan, nos internamos por ella todo lo que podemos.
En vez de subir al Gorbea, decidimos dar un paseo desde Pagomakurre hasta la Cueva de Supelegor en Itxina y que los niños disfruten recorriendola con linternas. Además de poder estar a cubierto y comer tranquilamente.
La subida hasta Ojo Axular transcurre bajo la lluvia sin mas dificultad que la espesa niebla que nos cubre y el barrizal que hay por el camino. A partir de este punto hay que sumar el camino resbaladizo por Itxina a consecuencia de las piedras mojadas.
A nuestra llegada a la cueva, los enanos están impacientes por descubir lo que hay dentro, y con alguna linterna que llevamos nosotros y alguna otra que nos dejan, nos internamos por ella todo lo que podemos.
Aquí aprovechamos a picar algo, y alguno mas que picar (alubias calentitas que son la envidia de unos cuantos) y de regreso por el mismo camino bajo la lluvia, que no nos dió tregua en ningun momento del día. Es de imaginar como llegamos todos a los coches, chorreando agua y con barro por todas partes.
¡ Ah ! Hicimos un gran descubrimiento, ya sabemos quienes son los autores de las pinturas rupestres de algunas cuevas prehistoricas que pillamos infraganti